Sr. Director: Da la impresión de que el debate político en España tiene lugar en un futbolín inclinado, en un campo de juego trucado. Me explico: izquierda y derecha no disfrutan de las mismas oportunidades; los goles de la derecha han de marcarse tras una fatigosa carrera cuesta arriba, mientras que los de la izquierda son más fáciles: basta con dejar que caiga el balón sobre la portería contraria. No es exageración: hay mucha gente empeñada en negar la carta de ciudadanía democrática a todo lo que no sea izquierda por muchas y diversas razones, todas ellas erróneas y, probablemente, interesadas. La prueba del nueve de hasta qué punto esto está interiorizado en la propia derecha son los frecuentes momentos en los que un tertuliano bien pensante exclama: -Oye, oye... ¿os imagináis la que se hubiese montado si esto lo hubiera hecho alguien del PP? Gonzalo Elvira Sanz