Sr. Director: La preocupación por la permanente amenaza yihadista se acentúa porque los gobiernos norteafricanos no parecen muy proclives a coordinar sus servicios de información. Aparte de la enemistad entre Argelia y Marruecos, el Gobierno argelino ha reaccionado negativamente a un acuerdo de Túnez con la OTAN, por los efectos que pudiera tener en Libia. Túnez, además, se siente amenazado por la actividad de los grupos salafistas contrarios a la nueva Constitución, que ha convertido al país vecino en la vanguardia de la democracia en el mundo árabe. Lo que late en el fondo es el temor de que el llamado Estado Islámico extienda su influencia ideológica por el norte de África en su proyecto de hegemonía en todo el mundo árabe-islámico, mientras extiende su actividad terrorista en el mundo occidental. Xus M.