Sr. Director: Al revés te lo digo, pá que m'entiendas. Esta parece ser la regla del alcalde en funciones de Sevilla y alcaldable por el PP, Juan Ignacio Zoido, cuando aborda cuestiones éticas suficientemente complejas, si atendemos a sus explicaciones en un reciente acto electoral con jóvenes hispalenses. Porque cuando le preguntaron si admitía y refrendaba la adopción de parejas del mismo sexo, así como «los programas de embarazos subrogados» (vientres de alquiler), Zoido respondía: «Sí, lo admito y creo que es bueno, porque además no se debe marginar a nadie que lo quiere hacer dentro de la responsabilidad y no como un capricho o como un reto...»; y aun comprendiendo que «no a todo el mundo le gusta.., tenemos que tener naturalidad a la hora de aceptar algunas cosas». Conclusión: que ante la ultimísima moda para caprichosos y selectos bolsillos de encargar hijos a la carta, pagando a una mujer su embarazo, negocio que ahora eufemísticamente nos venden como «maternidad subrogada», por naturalidad, hay que aceptarlo. Naturalidad para aceptar un invento de lo más artificial y manipulador del cuerpo de una mujer. Llegados a este disparatado momento en la «evolución» de la gestación humana, poco nos falta ya para proscribir la superada y ancestral técnica de los embarazos causados por la relación directa y abierta entre hombre y mujer. Y nunca deja de sorprender la capacidad de nuestros políticos para meterse en cualquier jardín sin necesidad. Pero es que no hay nadie más crecido que un político en campaña, rodeado de una corte de aduladores. Miguel Ángel Loma Pérez