Sr. Director:
El presidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu, atribuyó a "alguien con poderes" y a quien "no le gustó que venga Neymar al Barcelona" su imputación por presunto delito fiscal.

Parece que Bartomeu, ante su incapacidad para explicarse, culpa a una "mano negra". Se sitúa en la línea de todos aquellos que una vez descubierta su deficitaria situación ante la fiscalidad e ineptitud para el cargo se declaran víctimas de una conspiración orquestada por el ministro de Hacienda.

En el caso del Barcelona era tan claro que no sólo llegó al Club por menos de la mitad de lo que el jugador estaba en el mercado sino que además, con poca traza por cierto, los compradores se jactaban de ello. En situaciones como estas no se necesitan "manos negras ni poderes fácticos" para que la Agencia Tributaria se ponga a investigar la presunta evasión en el pago de impuestos.

Pienso que es su obligación y responsabilidad. No se trata, por tanto, de "conspiración" por parte de algunos sino de ineptitud o vulgar choricismo por la de otros.

José Morales Martín