Sr. Director: Si además de sentir o no sentir la Misa le sumamos que es más cómodo no ir a Misa, ya tenemos una amalgama de "motivos" para no ir a Misa los domingos y fiestas de precepto. Nunca se ha dicho que vivir la fe sea cómodo, sino que requiere fidelidad. Y sale otra palabra que no está de moda, la fidelidad. Algunos católicos quieren un "catolicismo a la carta", aceptar o no lo que comparten, como queriendo aplicar a la fe un criterio democrático, en vez de seguir a Jesucristo. Hay muchas razones para ir a Misa los domingos, pero las que abonan la inasistencia más bien parecen carentes de rigor, y en el fondo expresan rasgos de nuestra cultura que se quieren aplicar a la fe, a la Iglesia. O eso me parece a mí. Jesús Domingo