Sr. Director:

San Mateo, después de la adoración de los Magos, coloca el episodio el de la matanza de los niños ordenada por Herodes: “Al verse burlado por los Magos, Herodes montó en cólera y mando matar a todos los niños de dos años para abajo, en Belén y en sus alrededores, calculando el tiempo por lo que había averiguado de los Magos”. Que Herodes era de crueldad suma lo prueban los asesinatos de sus propios hijos: así en el año 7 a.C., había ajusticiado a sus hijos Alejandro y Aristóbulo, por temor a perder el poder por conspiración filial. No conforme con estos asesinatos de sus dos hijos. Hizo lo mismo (4 a.C.) con otro hijo: Antípater. No es de extrañar que quisiese de todas formas liquidar a cualquier niño, joven, adulto, quienes, en su delirio déspota, viera como peligrosos usurpadores. Como escribe Benedicto XVI en su entrañable y documentado bíblica y teológicamente, La Infancia de Jesús, aunque las fuentes extra-bíblicas no tratan de la Matanza de los Santos Inocentes, esto no supone que el crimen herodiano no se hubiera producido; la creencia en la llegada o el nacimiento en un futuro inmediato del rey mesiánico, estaba en ambiente. No es de extrañar que el cruel y sanguinario Herodes veía traición y hostilidad en todo su reino, empezando en sus propios hijos. Para comprender el relato de la matanza de los inocentes deben tener en cuenta los textos bíblicos de los que se sirve San Mateo: “Se escucha un grito en Ramá, gemidos y un llanto amargo; Raquel, que llora a sus hijos, no quiere ser consolada, pues ha quedado sin ellos”.

Hoy los nuevos herodianos han hecho del aborto y de los atentados contra los no nacidos y niños un negocio impresionante, en las que las víctimas más inocentes son las madres gestantes y los hijos de sus entrañas. Son las mujeres abandonadas, solas y descartadas por la sociedad y la propia familia a veces, quienes tienen que sufrir las consecuencias de una ideología de género que somete a la maternidad al oprobio social. Lo más inicuo de algunos gobiernos es legalizar el aborto como un derecho de la mujer. El aborto es una de las realidades más oscuras que han acompañado a la humanidad a lo largo de la historia, ahora es una realidad planetaria. Se trata de un tema capital para el futuro de las sociedades, una cuestión compleja y controvertida que afecta al mundo de las convicciones morales fundamentales, a la concepción de la vida y a la forma de vivir la existencia. Es una falsa y una mentira sectaria como afirman los corifeos del aborto, que sea una cuestión particular de la Iglesia católica que quiere imponer su moral católica a una presunta sociedad laicista. El derecho fundamental a la vida es la raíz de todo derecho humano.