Sr. Director: Es urgente plantear un serio debate social, moral y científico sobre las implicaciones de las nuevas tendencias de la educación infantil en las que se trata de imponer la ideología de género. No se trata en ningún caso de rechazar a las personas que han elegido libremente una orientación sexual diferente a la marcada por su nacimiento biológico. Se trata de analizar, sin complejos, las consecuencias para el conjunto de la sociedad de que los niños crezcan sin las orientaciones respectivas de las figuras de un padre y una madre. Por decir esto en una carta pastoral, el obispo de Solsona, monseñor Xavier Novell, está siendo objeto de un continuo acoso por parte de las asociaciones LGTB, convertidas en una especie de inquisición que decide lo que se puede y no se puede argumentar y decir en una sociedad plural, que da toda la impresión que aspiran a controlar. Jesús Martínez