Sr. Director:

El Cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, ha explicado que el centro de atención del Papa en sus viajes es siempre la persona, más necesitada que nunca de encontrar respuestas válidas sobre el sentido de su vida. El viaje de Francisco a Oriente ha seguido la estela de los primeros misioneros jesuitas del siglo XVI, el primero de los cuales fue San Francisco Javier. Tanto en Tailandia, donde las relaciones de la Iglesia con el budismo son buenas, como sobre todo en Japón, la persecución y el martirio están en la memoria de las comunidades católicas, aunque hoy la minoría cristiana goza de la protección de la casa real. Tanto a Bangkok como a Tokio, donde ya estuvo San Juan Pablo II, el Papa ha acudido como misionero de Cristo y defensor de la cultura de la vida, sin olvidar las secuelas de la II Guerra Mundial que tuvo su culmen en la destrucción de Hiroshima y Nagasaki, una tragedia que ha movido a Francisco a clamar para que el poder destructivo de las armas nucleares no vuelva a desatarse nunca más en la historia humana.