Sr. Director:

Los dirigentes independentistas Jordi Sànchez y Jordi Turull, que se encuentran en prisión preventiva por su participación en la intentona anticonstitucional en Cataluña, comenzaban a principios de mes una huelga de hambre indefinida, con la excusa de que pretenden presionar al Tribunal Constitucional para que resuelva sus recursos y, así, poder acceder a la justicia europea.

En primer lugar, sería deseable una mayor celeridad en nuestros tribunales, pero deberían saber los dos políticos catalanes, procesados por rebelión, que el retraso que sufren no es inhabitual, por lo que nos hallamos, una vez más, ante una exigencia de privilegios, que, además, forma parte de su táctica de defensa de deslegitimar las actuaciones de los jueces y magistrados españoles. Por cierto, hoy han anunciado de dejan la citada huelga, esperemos que el anuncio se convierta en certeza.