Sr. Director: Los mercados financieros confirmaron el pasado lunes 29 de junio los peores pronósticos. El portazo de Grecia a la UE y el órdago del referéndum sobre las reformas provocaron un auténtico "lunes negro". La bolsa española llegó a caer un 5,25 % en la peor jornada desde el descalabro de agosto de 2012. También la prima de riesgo, que llevaba muchos meses estabilizada a la baja, protagonizó una subida de hasta 37 puntos básicos. Este tsunami financiero le costó al parquet madrileño cerca de 30.000 millones de euros y se repitió con efectos igual de devastadores en toda la eurozona, en una prueba más de que la salida griega de la moneda única no es una buena noticia para nadie. Hay que reconocer que en un momento tan crítico como éste, quizá el peor desde la fundación del proyecto europeo, las instituciones de la UE han estado a la altura de las circunstancias. Por ejemplo, el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, que en su primera intervención tras el órdago de Tsipras fue un ejemplo de saber estar y de altura de miras. Por su parte, el lunes 6 de julio fue otro lunes negro, aunque no tanto como el anterior, pues hubo menores pérdidas en los mercados financieros. El Ibex 35 cerró con una bajada del 2,2%; el resto de bolsas europeas también tuvieron caídas moderadas, excepto la italiana (-4%) y la portuguesa (-3,8%) y también descencieron las bolsas asiáticas. Pedro García