Sr. Director: Pasado un mes de la puesta en marcha del 155, todos los que intervienen en la política catalana, por fin, se han puesto de acuerdo en algo: intentan hacer ver que ha vuelto la normalidad a aquella autonomía. Claro que igual es normal una campaña electoral en la que los candidatos están en la cárcel o huidos de la justicia. Igual son normales los contenidos de la televisión y la radio autonómicas. Igual son normales los acosos a jueces y fiscales. Igual son normales las campañas separatistas en los colegios. Igual son normales las cifras de la actividad económica que cada día se hacen públicas. Todo normal gracias al 155. Y también deben de ser normales las declaraciones de algunos ministros en relación a Cataluña. Y, por supuesto, normales las relaciones entre Iceta y Sánchez. Y, faltaría más, normales las directrices de Podemos en Cataluña o las posturas (son varias) de Colau y hasta las salidas de pata de banco de Rivera. Y lo, más normal de todo, el periplo belga de Puigdemont. Pero hay que mirar a otro lado y decir a los catalanes y al resto de los españoles que en Cataluña hay normalidad y que estas elecciones se van a celebrar normalmente. Demasiadas 'normalidades'. Suso Madrid