Sr. Director: De la misma manera que en amplios sectores de la sociedad al sexo se le denomina amor, es decir, a las relaciones sexuales -la mayor parte de las veces fruto del deseo, del puro placer cuando no del egoísmo- las llaman "hacer el amor", como si el amor se hiciera y deshiciera a placer, un eufemismo parecido se ha extendido ya y se seguirá extendiendo cuando al deseo de ocupar el poder se le llame gobernabilidad. Aparecen y aparecerán los portavoces de turno con cara de haber soportado los deseos de vomitar, poniendo cara muy seria para recalcar la gravedad del momento, y declaran que en "aras a la gobernabilidad y en beneficio de los ciudadanos" su formación política ha decidido encamarse con otra. Hace años lo decía Fraga "la política hace extraños compañeros de cama". Los ciudadanos de a pie lo estamos viendo y empezando a sufrir. José Morales