Sr. Director: Frases como la que hemos oído estos días a Iglesias calificando a los diputados del PP y a los que no son los suyos, como potenciales delincuentes, o numeritos infantiles como su salida para protestar por la legítima aplicación del reglamento para atraer la atención mediática, expresan lo peor de esta forma de hacer política y también desvelan su fatal inclinación a provocar el enfrentamiento social. Un motivo añadido para que los partidos constitucionalistas extremen la responsabilidad y busquen el acuerdo fundamental en las grandes reformas, sin que ello signifique anular sus legítimas diferencias. J.D. Mez