Sr. Director:

Como hemos podido comprobar una vez más en este tiempo de crisis provocado por la pandemia, la familia tiene un protagonismo singular e insustituible en la ayuda y el cuidado de cada uno de sus miembros, en particular de los jóvenes y de los mayores. Por eso la Iglesia quiere acompañar a las familias en cada una de sus alegrías, de sus esperanzas, de sus heridas y debilidades. Sabiendo, además, que las familias son las grandes protagonistas del nuevo testimonio de la fe que nuestra sociedad espera y necesita.

En consonancia con la Exhortación “Amoris Laetitia”, de la que se ha cumplido el V aniversario, la Iglesia pretende presentar con nuevo vigor la belleza del matrimonio y de la familia, en un momento en el que, por un lado, hay un gran deseo de familia, pero también mucho reparo al matrimonio por parte los jóvenes. Promover su dimensión social y su capacidad educativa, y cultivar el diálogo entre generaciones, son algunos de los objetivos de este Año que comenzaba el pasado 19 de marzo.