Sr. Director:
En Europa se ha desdibujado la noción de pecado, extraña a la cultura dominante, pero con ello se ha difuminado también la idea de perdón y de misericordia.

El ser humano es frágil, pero Dios le da la oportunidad de levantarse después de cada caída, y ese es uno de los grandes tesoros de la doctrina católica, e históricamente ha influido de forma decisiva en la civilización occidental.

Donde había "ojo por ojo" el Evangelio enseñó a ir más allá de la justicia distributiva, para dar paso a una nueva lógica de la gratuidad, acorde con el convencimiento de que el hombre ha sido creado y redimido por puro amor de Dios.

Jesús Domingo Martínez