Sr. Director:

Siria e Iraq están marcados por fuerzas de desestabilización que son un terreno fértil para las organizaciones terroristas como el Daesh. La nueva fase de la guerra que se ha abierto en la frontera de Siria con Turquía, tras la retirada de las tropas estadounidenses que apoyaban a los kurdos, no augura nada bueno. En esta zona pueden activarse las células durmientes. Y hay una segunda zona que también está en peligro, la provincia de Iblid, junto a la ciudad de Alepo, donde sigue operando una filial del Daesh. En estas circunstancias es decisivo que los líderes suníes sigan insistiendo en que no se puede usar la violencia en el nombre de Alá.