Sr. Director:

El pasado día 23 de abril se celebró la cuarta cumbre europea desde el comienzo de la crisis del Coronavirus. Con toda probabilidad, los mandatarios europeos acordaron una ampliación histórica del presupuesto de la Unión Europea para paliar los efectos económicos y sociales de la crisis. No estaba descartado que se produjeran algunos choques que obligaran a un nuevo período de negociaciones, si los países que mantienen actitudes más enfrentadas, como Italia y los Países Bajos, bloquearán los acuerdos.

Sería interesante que, ante esta decisiva cumbre, los líderes nacionales tengan en cuenta las palabras que el Papa Francisco está dedicando a Europa estos días. El Papa ha insistido en que “no es el tiempo del egoísmo, porque el desafío que enfrentamos nos une a todos y no hace acepción de personas”. Una de las evidencias más clamarosas del pasado reciente de Europa, ha señalado Francisco, es que “después de la Segunda Guerra Mundial, este continente pudo resurgir gracias a un auténtico espíritu de solidaridad que le permitió superar las rivalidades del pasado”.