Sr. Director:

Cuando Pedro Sánchez presentó su Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía Española, dio por hecho que España iba a contar con 72.000 millones de euros en los próximos tres años. Paradójicamente la llegada de dinero supone una prueba de estrés para las administraciones españoles y para las empresas. Un examen a nuestra capacidad de gestión, que no ha sido buena con las ayudas del COVID. Bruselas evalúa si los proyectos se han realizado y se han realizado bien. El Fondo Next Generation para la reconstrucción tras el Covid no es ni mucho menos el primer fondo europeo.

Los fondos europeos existen desde hace mucho tiempo. Los más conocidos y más importantes son los fondos estructurales y los fondos de cohesión. Además, hay dinero que llega de Europa para la agricultura, para el desarrollo regional y para acciones sociales. España está entre los tres países, junto con Croacia e Italia, que ejecuta con más lentitud los fondos europeos. Del dinero que nos ha asignado la Unión Europea para los seis años comprendidos entre 2014 y 2020, dinero no relacionado con el COVID, tenemos en torno a 12.000 millones de euros sin gastar.