Sr. Director:

Los sirios han padecido una guerra larga, cruenta y muy destructiva que ha provocado la muerte de más de 500.000 personas y un altísimo número de desplazamientos forzosos. La imagen de la guerra es siempre la misma: muerte y destrucción. Civiles asesinados, niños huérfanos, mujeres viudas y explotadas, y emigrantes forzosos, son las víctimas más visibles de una guerra que en las últimas horas ha destruido hospitales, escuelas y  núcleos urbanos. Es posible que Rusia y El Asad se hayan equivocado al atacar zonas desmilitarizadas. Y no solo porque se trata de una inmoralidad manifiesta, sino porque como teme Naciones Unidas se pudiera tratar de la excusa perfecta para dar oxígeno a una Guerra que se creyó que había ya rozado su fin.