Sr. Director:

Estos días hemos sabido que la ayuda de Caritas en este tiempo de pandemia casi se ha duplicado. Los propios responsables de la organización están sorprendidos porque estaban convencidos de que en la sociedad española se estaba produciendo una fatiga de la compasión. Y, sin embargo, ante la necesidad, se ha registrado una gran movilización de recursos gracias a las donaciones de empresas y de particulares.

La conclusión que saca Caritas me parece muy interesante: estas circunstancias tan difíciles nos han ofrecido la oportunidad de demostrar que el modelo de desarrollo no es individualista. El reto es que la respuesta a la emergencia consolide como modo de vida lo que ha sucedido en este tiempo: la pertenencia a unas redes comunitarias que ya existen.