Sr. Director: Hay que vencer el miedo inevitable que suscita la grave emergencia migratoria, para buscar con serenidad las mejores soluciones. Esto pedía el Papa a los 179 embajadores acreditados ante la Santa Sede, pero sus palabras se dirigían de modo especial a los representantes europeos. En plena crisis de refugiados, Francisco advirtió de que la actual ola migratoria parece minar la base del espíritu humanista que Europa ha amado y defendido siempre, y pidió a los Estados encontrar el justo equilibrio entre el deber de garantizar la asistencia a los emigrantes y la tutela de los derechos de los ciudadanos europeos. Domingo Martínez