Sr. Director: Acabo de enunciar una utopía. Pero distopía sería que occidente renunciase a derechos humanos básicos para vencer en la lucha contra el terrorismo, prácticamente concentrado hoy en el mundo en torno a la violencia yihadista. Al cabo, los miembros del IRA o ETA podían enlazar con raíces cristianas, pero los actuales sultanatos y EI -de Nigeria a Filipinas- sintetizan lo peor de la tradición guerrera islamista. Pedro García