Sr. Director: El Tribunal Supremo acaba de condenar a la Diputación de Lérida por no respetar el bilingüismo. Sinceramente, como leridano no me extraña. En nuestra diputación es prácticamente imposible conseguir impresos, formularios o cualquier otro documento en español, por cierto, la lengua oficial del Estado y la que hablamos la mitad de los leridanos. Quien lo dude, puede entrar en su página de internet: la realización de trámites, descarga de documentación o información de cualquier tipo está disponible única y exclusivamente en catalán. En una sociedad bilingüe lo lógico es una administración bilingüe, que respete los derechos de todos, tanto catalanohablantes como castellanohablantes. Lamentablemente, no es el caso de la diputación monolingüe leridana. Antonio Sanz