Sr. Director: El viaje de Puigdemont a Bruselas ha dejado claro que el secesionismo catalán está aislado en Europa. Resulta curioso: aquellos que se pasan todo el día presumiendo de lo europeos que son, solo tienen de aliados en Europa que les reciban a los ultra anti-inmigración de Flandes y los no menos ultra de la Liga Norte de Italia. Vaya compañías para el 'procés cívico y festivo'. Y la guinda ha sido cuando las autoridades europeas han dejado en evidencia a Puigdemont. Los líderes europeos como Juncker o Schulz le habían negado una reunión y el President había disimulado las negativas diciendo que no había solicitado ninguna cita. Vaya papelón tan poco honorable, el del President. Josep Tarradellas, un político catalán de altura, ya dijo que "en política se puede hacer de todo menos el ridículo". Está claro que Puigdemont no le ha hecho caso. Andrés Moreno