Sr. Director: El PSOE, por lo menos  en Getafe, es un partido profundamente sectario, reaccionario, además de radical, claramente anticatólico. Su representación política va disminuyendo y en el parlamento nunca tuvo menos escaños. Toda su ideología actual se reduce a slogans provocativos e insultantes, como ha sido el último en Getafe. Ningún católico puede votar a un partido que los insulta, los desprecia y se mofa de ellos. La ignorancia de los dirigentes socialistas de la doctrina moral de la Iglesia sobre la homosexualidad es total y todo se reduce a ataques continuos y desaforados en todo lo que enseña y práctica la Iglesia sobre el derecho a la vida y a la muerte; a la libertad de educación, a la libertad religiosa, a la familia. La Iglesia no sólo no desprecia a los homosexuales sino que trata de ayudarlos,  comprenderlos y no discriminarlos, como reconoce el papa Francisco, que no hace sino aplicar a los casos individuales la doctrina moral sobre la homosexualidad. Las personas homosexuales -enseña la Iglesia- están llamadas a la castidad. Mediante virtudes de dominio de sí mismo que eduquen la libertad interior y a veces mediante apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y de la gracia sacramental, pueden y deben gradual y resueltamente a la perfección. Lo que la Iglesia no puede admitir porque es inmoral es la práctica de actos homosexuales porque son contrarios a la ley natural. Pero la Iglesia sabe muy por su práctica pastoral que los homosexuales deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Además, pide a sus sacerdotes fieles que eviten toda discriminación injusta. El PSOE demuestra su fobia y su intolerancia, utilizando a los homosexuales políticamente para ganar votos y atacar a la Iglesia. Eso sí que es homofobia. Fidel  García Martinez