Sr. Director: El mensaje cifrado de Valls, el Partido Socialista "está muerto", consiste en identificar la etiqueta "progresista" con la nueva formación de Macron, "La República en marcha!". Lo cierto es que la convivencia entre las dos almas del socialismo francés, y no solo francés, la reformista-pactista y la que busca alianzas con populismos como el de Mélenchon, se ha vuelto prácticamente imposible. La rapidez con la que emergen nuevas plataformas políticas responde a un momento de incertidumbre y a la insatisfacción frente a los partidos clásicos de las democracias europeas. Ahora le toca el turno a la propuesta social-liberal de Macron, que debe definir pronto sus aspectos culturales y sus apuestas sociales y políticas. José Morales