Otra concentración para protestar por la posible derogación de la ley de prisión permanente revisable.

Recuerdo que hace un mes el PSOE se metía, en la semana en la que aún estaba muy presente el trágico final del niño Gabriel Cruz, en un callejón que le va a suponer un importante desgaste. El maltrato a las víctimas y la sospecha sobre sus intenciones, sólo sirve para embarrar un debate que debería discurrir por los derroteros de la serena discusión ética y jurídica, en busca de la mejor protección del bien común.

Los políticos deben dar ejemplo y no caer en la trampa de convertir el Congreso en un plató de televisión, alentando el espectáculo y utilizando cualquier argumento para servir a intereses y cálculos mezquinos.