Sr. Director:

Los médicos desconectaron durante una mañana a Vincent Lambert, el enfermero francés de 42 años que permanece en estado de mínima conciencia desde hace diez años. Convertido de manera irresponsable en icono de la mal llamada “muerte digna”, su caso se pretende utilizar como palanca para la aceptación social de la eutanasia. De hecho, sus partidarios reconocen abiertamente que este caso marcará un antes y un después en el debate.

La cruda realidad, sin embargo, no invita a ninguna celebración. El caso se ha convertido en un auténtico drama que ha dividido a la sociedad y, de forma muy dolorosa, a la familia del propio Lambert. Mientras una parte, con su exmujer a la cabeza, apoya la decisión de retirarle el soporte vital que le conducirá a la muerte, sus padres y otros familiares siguen interponiendo recursos judiciales para impedirlo.