Sr. Director: Además de la carne de ternera, desde hace unas semanas el resto de carnes también han de estar etiquetadas, de manera que el consumidor pueda conocer la trazabilidad del producto que consume. No obstante, la percepción que el consumidor tiene sobre un producto es el impulsor principal de la compra. La carne y los derivados cárnicos están también sujetos a esta conducta, por eso los investigadores del IRTA han estudiado los factores más destacados que condicionan el comportamiento de los consumidores en un estudio publicado en Meat Science. El objetivo del estudio es entender cómo se generan las expectativas de consumo y cuáles son los factores que la industria tiene que considerar para satisfacerlas. Así pues, el proceso de decisión de la compra de carne va más allá de la calidad del producto. La industria tiene que conocer los factores de decisión para crear estrategias que favorezcan actitudes positivas de los consumidores, al tiempo que aporten interés al producto desde puntos de vista tan distintos como el valor nutricional, la salud, el medio ambiente o el bienestar animal. Domingo Martínez