Sr. Director: Cuánta hipocresía del nacionalismo catalán en la defensa de los "derechos de los animales". ¿Por qué no prohíben los Correbous donde se colocan bolas de fuego hirviendo sobre la cabeza del animal? ¿Por qué no censuran las actividades de los pescadores deportivos catalanes que devuelven al mar a peces con sus órganos internos desgarrados por un anzuelo y condenados a morir? ¿Por qué no prohíben la tortura y el degüello de miles de corderos en las Fiestas del Ramadán en Cataluña? ¿Por qué no acaban con la utilización de animales en crueles experimentos en farmacéuticas catalanas?  Por lo visto, todo esto no preocupa a nuestros grandes "defensores de los animales". Los únicos animales que les preocupan eran exclusivamente apenas 30 toros lidiados al año. Cuánto cinismo de aquellos a los que los animales les importan muy poco y lo único que les importa es eliminar todo lo que huela a España. María Palacios