Sr. Director: Lo que se teme, tras las negociaciones y el acuerdo de las potencias occidentales más China y Rusia con Irán, es que este último país utilice la energía nuclear con fines militares para anular la influencia en la región de Arabia Saudita. Subyace en el fondo el conflicto milenario que enfrenta a las dos grandes ramas del Islam, el chiismo y el sunismo. El cual está escenificado hoy en las guerras de Siria y Yemen, así como en los desafíos planetarios del llamado Estado Islámico. Un acuerdo nuclear entre Occidente e Irán, aunque sea limitado en el tiempo, podría ayudar mucho a la pacificación de todo el Oriente Medio. Pero no parece que todos los intereses confluyan hacia esa paz, cada vez más amenazada por la oleada de radicalismo islamista que asola, en primer lugar, al propio mundo islámico y por ende, a todo el mundo civilizado. Domingo Martínez