Sr. Director:  

Llevamos unos días que en los medios parece que lo único importante son las rúas de disfraces, y ciertamente, hoy es el último día de carnaval, la fiesta paganizada que, muy posiblemente, sea la más personas celebran y disfrutan en todo el planeta. ¿Por qué?

Algunos la consideran de origen pagano, el carnaval sería una continuidad de los antiguos Saturnales, las festividades romanas que se celebraban en honor al Dios Saturno. Pero es a raíz de la expansión del cristianismo cuando más auge tomó y la fiesta adquirió el nombre de carnaval, teniendo como motivo principal el hecho de despedirse de comer carne y de llevar una vida licenciosa durante el tiempo de cuaresma. Tal como lo conocemos ahora es un origen cristiano.

El carnaval propiamente dicho son tres días -domingo, lunes y martes- de celebración a lo grande, en los que casi todo estaba permitido; de ahí uno de los motivos de ir disfrazado, taparse el rostro y salvaguardar el anonimato. Por motivos comerciales, esta celebración se ha alargado una semana o más, comenzando en la mayoría de lugares el Jueves Lardero y acabando el Primer Domingo de Cuaresma. Esta despedida a la carne se realiza los días previos al Miércoles de Ceniza, que es mañana, fecha en la que da comienzo la cuaresma; un periodo de cuarenta días (hasta el Domingo de Ramos, día en que da comienzo la Semana Santa) que se destina a la abstinencia, recogimiento y ayuno, acompañado de oraciones, penitencia y espiritualidad religiosa.

La etimología y origen de la palabra carnaval nos indica que proviene del término italiano 'carnevale' y éste a su vez del latín 'carnem levare' cuyo significado es carnem (carne) y levare (quitar): quitar la carne. Como parece claro ni el origen ni el término con que nombramos el carnaval son de origen pagano sino cristiano.

Pedro J. Piqueras