Sr. Director: Al hablar de política y de fútbol, todos nos creemos poco más que doctores en la materia. Más o menos, ocurre lo mismo cuando se habla de la Iglesia, a pesar de la ignorancia que suele existir al respecto en el común de los propios cristianos, sin contar los aviesos enemigos de siempre. En este sentido causaron cierta sensación y hasta un falso escándalo, unas palabras del Papa en su ya habitual catequesis sobre la familia, cuando afirmó que los divorciados vueltos a casar no están excomulgados y que, por tanto, merecen una urgente atención pastoral de la Iglesia. Nada nuevo hay en estas palabras del Papa, porque nunca la Iglesia ha condenado a tan grave pena canónica de excomunión a estas personas, por la sencilla razón, como afirmaba ayer el Papa, de que el corazón de madre de la Iglesia busca el bien y la salvación de todos. Lluis Esquena Romaguera