Sr. Director: Hace un año, en el Aula de Grados de la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla se impidió la celebración de la mesa redonda «El Género, ¿liberación o imposición?», crítica con la Ideología de Género (IdG), que contaba con la intervención de un eminente catedrático de esa Facultad. Al poco de iniciarse, el acto fue abortado por un grupo de cafres vociferantes que cerca de una hora estuvo coreando gritos e insultos (como «Asesinos») contra los participantes, sin que nadie autorizase su desalojo. Este marzo, bajo el título «Diversidad sexual, 40 años después: de la represión franquista a la igualdad ante la ley», la Universidad de Sevilla y la Olavide convocan unas Jornadas para celebrar «los avances legislativos en la realidad de la diversidad sexual»; ocioso es señalar que la IdG está presente en gran parte de sus contenidos. Y aunque la sede universitaria debería ser la más idónea para debatir, observando el monocolor arcoiris que domina el programa de las Jornadas, no parecen pensadas para suscitar mucha controversia. Como también resulta impensable, que pudiera repetirse algo similar a lo del año pasado y que apareciese otro grupo de energúmenos intentando boicotearlas. Pero de darse este supuesto, lo indudable es que serían expeditivamente desalojados en el primer minuto. ¿Diversidad en la Universidad? Sólo la permitida por la uniformidad de lo políticamente correcto. Miguel Ángel Loma