Sr. Director:

El Congreso de los Diputados ha decidido seguir adelante con la tramitación de la Ley Orgánica de regulación de la Eutanasia. Como ha señalado la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal, en una Nota publicada, es una mala noticia porque la vida humana no es un bien a disposición de nadie.

Insistir en un supuesto “derecho a la eutanasia” es propio de una visión individualista y reduccionista del ser humano, y de una idea de libertad desvinculada de la responsabilidad. Se niega la dimensión social del ser humano, “diciendo mi vida es mía y sólo mía y me la puedo quitar”, mientras que se pide a la sociedad organizada, que legitime esa decisión para eliminar el sufrimiento o el sinsentido, eliminando la vida.