Sr. Director:

La historia de España no se puede desligar de la Religión Cristiana como así lo demuestran las maravillosas catedrales, monasterios, santuarios, conventos, cruces hasta en lo más alto de los montes, capillas, oratorios, pinacotecas, museos y las maravillosas figuras que nos conmueven en las procesiones de Semana Santa. Podríamos continuar con una infinidad de ejemplos, como El Pilar de Zaragoza o Santiago de Compostela. ¿Qué virus nos ha entrado, infinidad de conventos cerrados, santuarios sin frailes, seminarios cerrados, en los templos la mayoría de la menguada asistencia son personas ancianas, etc.? Estamos en Cuaresma y eso para muchas personas no les dice nada. ¿Qué queda de nuestra historia?

Parece que hemos adoptado la postura de aquellos judíos, a los cuales Pilatos, después de lavarse las manos, preguntó: ¿A quien suelto a Cristo o a Barrabás? Ya abemos lo que el pueblo inducido por los sacerdotes eligió a Barrabás y, además dijeron una frase aterradora, cuando Pilatos dijo que era inocente de la sangre de aquel hombre, ellos replicaron: “Que su sangre caiga sobre nosotros y nuestros hijos” Estamos en una situación que no se como calificarla, pero lo que sí está claro es que el estado moral del mundo, sobre todo Occidente, es insoportable. Estamos viendo como ha causa del virus que parece interminable, se están tomando muchas decisiones tanto en el orden político, económico y religioso, que amenazan con una esclavitud peor que la de las galeras. Hablamos de la historia católica de España, pero ante la incertidumbre, el temor y la desesperanza que hay en la sociedad, manipulada claramente por la Gobernanza Global, no vemos que la Conferencia Episcopal Española, es decir todos los obispos (algunos si hablan), haga frente a esta maléfica influencia y en ocasiones se han plegado a las normas del Gobierno e inclusive las han superado, como por ejemplo la desacralización de la Divina Eucaristía que en muchos lugares te obligan a comulgar en la mano, con el pretexto del contagio. Ya sé que a muchas personas esto no les diga nada, pero también es una obra de misericordia enseñar al que no sabe.