Sr. Director:

La dimisión de la conocida como AKK, acrónimo de la hasta hace un mes presidenta de la CDU, supone una importante crisis en un partido que es una referencia en toda Europa. Karrenbauer ha renunciado a ser líder del partido después de no haber sido capaz de meter en cintura a los rebeldes de su formación en el Land de Turingia, donde habían votado con la ultraderecha de Alternativa para Alemania.

AKK suponía la continuidad con Angela Merkel, o lo que es lo mismo, una CDU centrada, que ha apostado por la cohesión social, por el euro, por la construcción europea y la acogida de los refugiados. Pero desde diciembre de 2018, cuando accedió a su cargo, los duros de su partido no la han aceptado. Dentro de la CDU hay en este momento una importante corriente que empuja para que el partido adopte posiciones más a la derecha. Merkel ha podido mantener a raya a esa corriente, pero su sucesora no.