Sr. Director: La burocracia de derechos humanos de la ONU intenta armonizar la tradicional interpretación de familia -que se remonta a la fundación de las Naciones Unidas, y que, de hecho, la define para el derecho y la política internacional-, con un intento progresista y agresivo de ampliar su significado en el derecho y la política internacional para incluir las relaciones homosexuales. El resultado no es del todo coherente. El informe cita varias disposiciones jurídicas vinculantes de tratados de derechos humanos, incluyendo la Declaración Universal, que excluyen la posibilidad de reconocer las relaciones homosexuales en el derecho y la política internacional. A la vez, enumera leyes recientes que equiparan las relaciones homosexuales con la familia en unos pocos países, en una sección que analiza leyes y políticas de familia. Y, aunque el informe afirma que "las normas internacionales no establecen un concepto específico de familia", la oficina de derechos humanos excluye la poligamia de lo que se reconoce internacionalmente como tal, sin explicar en base a qué podría hacer eso no habiendo una definición funcional de familia como la que se encuentra en la Declaración Universal de Derechos Humanos. El informe también cita la Convención sobre los Derechos del Niño, que declara que la familia es el "grupo fundamental de la sociedad y medio natural para el crecimiento y el bienestar de todos sus miembros, en particular de los niños". Al mismo tiempo, promueve una "variedad de acuerdos" para atender y cuidar a los menores como capaces de constituir una familia, declarando explícitamente la equivalencia de "la familia nuclear, la familia extendida y otros acuerdos comunitarios tradicionales y modernos" a los efectos de la política internacional. Estas contradicciones también fueron confirmadas por organizaciones no gubernamentales y académicos en una consulta que tuvo lugar en otoño, durante la preparación del informe. Jesús Domingo