Sr. Director:

Eso es una falacia magistralmente manipulada por los enemigos de la Iglesia Católica. Lo mismo que se impuso por desobediencia durante el Pontificado de Pablo VI la comunión en la mano, ahora con el coronavirus, quieren obligar a todos los fieles a comulgar en la mano. Pero insisto, eso es una falacia, yo siempre comulgo en la lengua, la alargo lo necesario para que el sacerdote la deposite en ella, y nunca se ha rozado la mano del sacerdote con mi lengua. Por tanto lo que procede es que el sacerdote instruya a los fieles que tienen que hacer para que su mano no se roce con la lengua del comulgante. No olvidemos que en la Sagrada Forma Dios está presente, con esta norma de comulgar en la mano, se pueden producir profanaciones y abusos, con el agravante de que si el fiel comulgante no está bien instruido y es consciente de a quien está recibiendo, puede terminar en un acto rutinario. La Divina Eucaristía es la VIDA de la Iglesia, y hay que preservarla de todo abuso.