Sr. Director:
Ver al Presidente de la Generalitat, Torra, homenajear a un personaje histórico con tantos puntos oscuros como Companys nos indigna a muchos catalanes. Companys no fue ningún santo, precisamente. Dio un golpe de Estado contra la democracia, fue responsable de una persecución religiosa y política sin precedentes y condenó a muerte a muchos inocentes, incluidas mujeres. En total, más de 8.000 catalanes fueron asesinados bajo su sangriento gobierno. En muchas democracias avanzadas de Europa sería impensable homenajear a un líder político que defendió y usó la pena de muerte. La actitud de Torra constituye un grave error político y una falta de sensibilidad con los familiares de las víctimas de Companys que no entienden que se presente como un héroe a quien ordenó la muerte por ejecución o fusilamiento de sus seres queridos.