Sr. Director:

¿Cómo es posible que los ecologistas estén tan al margen de la naturaleza humana que no se preocupen para nada del daño tremendo que está haciendo la pornografía? Es una problemática presente en todas las redes y un daño que se está haciendo a muchos jóvenes y no tan jóvenes, donde nadie se atreve a entrar por los millones y millones de euros que están por medio. El cuidado de la naturaleza me parece que nos preocupa a todos, pero dentro de la naturaleza en la que vivimos, la humana es infinitamente más importante que la vegetal o la animal y por ella no estamos luchando, al menos a los ecologistas no les he oído.

“El mundo moderno envilece. Envilece la ciudad; envilece al hombre. Envilece el amor; envilece a la mujer. Envilece la raza, envilece al niño. Envilece la nación: envilece la familia. Ha logrado envilecer lo que quizá es más difícil de envilecer en el mundo: envilece la muerte”, dice Robert Sarah (p. 179) citando a Charles Péguy.