El proceso ha produciendo y sigue produciendo consecuencias muy importantes. Sociales, económicas, y políticas. La sociedad está dividida. En la calle hay enfrentamientos y dentro de muchas familias el tema se evita. Muchas empresas nos dejan y muchos inversores no venden. Las instituciones no hacen lo que toca, porque no quieren o porque no pueden.
No hay dudas, de este proceso se derivan muchos cambios, algunos muy negativos y de reversión difícil. Y además de los ya mencionado, se anuncian otros. O mejor dicho, ciertos titulares, nos hacen pensar en otras transformaciones, o reajustes. Noticias relacionadas con TV3 y noticias relacionadas con los partidos independentistas. ¡Hombre! ¡Ostras! Si el proceso se queda sin voz, tendremos un proceso diferente. Quizás, no será ni mejor, ni peor, pero será diferente. Si los partidos desaparecen diluidos en el magma social independentista, la pérdida de diversidad, puede conllevar un endurecimiento de los extremos. Y cuando los extremos se endurecen el diálogo deja de ser la primera opción.
Hablando de la tele pública: los medios públicos deben ser imparciales, al igual que los jueces. Hablando de los partidos: hay muchas razones para defender la diversidad política, al igual que hay muchas razones para defender la diversidad de la naturaleza y la intestinal.