Sr. Director:
Sorprende cómo brilla por su ausencia la información que algunos medios ofrecen sobre la noticia de esa gran multitud que, desde la calle Sevilla hasta Puerta de Alcalá, el pasado sábado día 14 manifestaba en Madrid que "Cada vida importa".

La mañana era fría, pero caldeada por el sol y las canciones de la gente que coreaba sin cesar rimas y pareados pidiendo la protección de la vida humana, también en su fase prenatal. Para los niños, algunos sentados encima de los hombros de sus padres, era una fiesta.

Chicos y chicas ofrecían banderolas, camisetas, información…  El ambiente era reivindicativo pero alegre. No había crispación, acritud, ni insultos. Terminado el acto, observe que hasta la ornamentación de jardinería de la Puerta de Alcalá estaba intacta: ni una flor había sido pisada.

Tal vez porque no hubo violencia ni polémica sobre la que cargar las tintas, para algunos no es noticia que merezca una línea o un minuto. Que una multitud enorme alce su voz desde Madrid, gritando alto y claro para que lo oiga todo el mundo que "Cada vida importa", me parece un fenómeno social de primera magnitud, una noticia muy interesante.

Desearía que ese grito se escuche hasta que la vida humana sea respetada sin eufemismos, por encima de ideologías. 

José Murillo