Sr. Director: La política exterior de Barack Obama, errática y equivocada en no pocas de sus decisiones, hay que reconocerlo, pienso que acierta en el caso cubano con la aplicación de un pragmatismo pedagógico. Se trata de favorecer, a corto plazo, una serie de metas para mejorar la vida diaria del pueblo cubano, sin olvidar que la libre circulación de personas y de capitales debe anticipar el desarrollo de un sistema de libertades pleno, y una reconciliación de todos los sectores de la sociedad cubana. Acoger con esperanza esta noticia no impide atendamos la cautela, e incluso el recelo, de quienes desde hace años luchan heroicamente por las libertades en la isla. Pedro García