Sr. Director: Las multitudinarias movidas que tuvieron lugar este 8-M bajo convocatoria feminista han sido muy emotivas. Era lógico que la terrible presión a que se encuentra sometida la mujer en España y situaciones tan angustiosas como la injusta brecha salarial, la cruel discriminación laboral, la impunidad de quienes la maltratan, y tantas otras enormes injusticias, acabaran por fin explotando. ¡Ya está bien de entrar en un juzgado, en un ambulatorio, en un hospital, en un colegio, en la universidad o en cualquier edificio de la Administración y encontrar nada más que a hombres, sin que apenas «visualices» a una mujer ocupando un puesto relevante! Basta ya de marginación: hora es de que la igualdad de derechos se haga efectiva. Basta ya de... ¡manipulaciones y mentiras como las anteriores! Porque la única brecha que verdaderamente padece la mujer en España es la producida por su maternidad: un grave problema que habría que solucionar cuanto antes. Pero respecto a lo demás... Si hay algo patente en la política española es que el discurso de la izquierda más demagógica ha conseguido imponerse ya entre casi todos; incluyendo a una vergonzante derecha y sus medios de comunicación que, tras abandonar sus postulados fundamentales, resultan incapaces de ofrecer más respuesta que la de plegarse ante las falaces reivindicaciones izquierdistas. Miguel Ángel Loma