Sr. Director:

Recuerdo que la última gran crisis, la del 2008, se cebó especialmente con la inversión pública, que corrió con los gastos de la consolidación fiscal. Con mucho trabajo y suerte la recuperación y el crecimiento han revertido ese escenario. Fomento ha elevado un 17% su presupuesto inversor en 2018.

Como parte de ese renovado dinamismo hay que ponderar los planes de transformación inmobiliaria de zonas cercanas a los aeropuertos de Barajas y El Prat que movilizarán miles de millones de euros. La obra pública es músculo económico y su fortaleza alimenta la prosperidad.