Sr. Director: En la recientemente estrenada Altamira asistimos, una vez más, a una película de contenido en parte histórico que se empeña en alimentar la leyenda de un supuesto enfrentamiento de la Iglesia con la ciencia. Sin embargo la gran controversia que suscitó la aparición de las pinturas, no fue entre ciencia y fe, sino entre los propios científicos. Junto a ellos, Giner de los Ríos y su Institución Libre de Enseñanza con un informe desfavorable en el boletín de dicha institución. Teniendo en cuenta la época que recrea el filme y la escasa instrucción de las mujeres en ese tiempo resultan un tanto sospechosos algunos diálogos que mantiene el matrimonio protagonista sobre la fecha de la creación. Eso hace pensar que la producción tiene una perversa intención de dejar una mala imagen de la Iglesia inventándose un enfrentamiento con la ciencia del que no hay ninguna constancia histórica. Por desgracia el cine español nos tiene acostumbrados a que si aparece un cura siempre sea "el malo de la peli" cuando la vida real no es así. Cristina Piédrola Nadal