Sr. Director: Con frecuencia, la fragmentación del voto trae la tentación de formar mayorías que no respeten una regla no escrita de nuestra democracia y pienso que es más que conveniente en este momento: que gobierne la fuerza más votada. Sería un dislate intentar formar una mayoría con tres o cuatro partidos para sustituir al partido con más votos. Lo que ha sucedido en Portugal sirve como un ejemplo de lo que no convendría a nuestro país. Sobre todo en un momento en que amplios sectores de la sociedad reclaman una regeneración que acerque la vida política a la vida de la gente. Pedro García