El astutísimo Mariano Rajoy considera que la manifestación del pasado sábado contra el terrorismo fue una encerrona de los separatistas catalanes. ¡Qué astuto! Ahora bien, el presidente tiene otro frente abierto. Fue Moncloa quien aconsejó a Zarzuela para que el rey Felipe VI participara en la manifestación de Barcelona. Y, lógicamente, los secesionistas fueron a por él mientras Puigdemont alababa la libertad de expresión del pueblo. En Zarzuela son mayoría los convencidos de que el rey no debió acudir y de que el numerito de las musulmanas en primera línea, junto al monarca, fue otra demostración más de estupidez. O de síndrome de Estocolmo, que no es otra cosa que cobardía. Hispanidad redaccion@hispanidad.com