Willy Toledo, el actor blasfemo, no ha comparecido ante el juez por insultos a Cristo y a la Santísima Virgen, y ha aprovechado para dar una rueda de prensa en la parroquia, asimismo blasfema, de San Carlos Borromeo. Le acompañaba Javier Bardem, otro cantamañanas de nuestra escena.

El Obispado se ha limitado a decir que no había cedido el templo para este tipo de engendros. ¡Sólo faltaba! Pero alguien lo hizo.

Es la era de la blasfemia. Y llega la hora de responder en voz alta. O de cualquier otra forma. Porque la bola crece.